Palma es una ciudad maldita para los constructores. Allá donde plantan una pala les salen restos arqueológicos. Primero fueron los aparcamientos subterráneos de la Avenida Antoni Maura, en los que aparecieron restos de un puente árabe del siglo X y restos del antiguo puerto de Palma. En unas obras que se realizaban en un edificio cercano a Cort encontraron restos del siglo XVI. Lo último ha sido el hallazgo de una estructura de hace 2.000 años en lo que tocaría ser la entrada de Urgencias del futuro hospital de Son Espases.
Pero, ¿qué hacer cuando un constructor se encuentra con tan "desagradable" sorpresa?.
Lo más habitual es volver a taparlo y aquí no ha pasado nada. Dicho así suena un poco bestia. En lenguaje políticamente correcto, la constructura lo comunicaría al Consell de Mallorca. Entonces los arqueólogos de Patrimonio lo estudiarían y emitirían un veredicto. En el caso de los aparcamientos, transladaron el puente y construyeron sobre los restos. En el caso del edificio en Cort, parece que ni siquiera los trasladaron y ya se está construyendo encima.
La particularidad con los restos de Son Espases es que a) tienen una antigüedad de 2.000 años y b) son una especie de fusión entre los estilos talaióticos y romano, restos únicos en otras palabras.
Sobre el futuro de estos restos, la arqueóloga del Consell, Helena Inglada, ya se ha pronunciado: "mantenerlo in situ y visible es la mejor de las opciones".
Continuará...
Pero, ¿qué hacer cuando un constructor se encuentra con tan "desagradable" sorpresa?.
Lo más habitual es volver a taparlo y aquí no ha pasado nada. Dicho así suena un poco bestia. En lenguaje políticamente correcto, la constructura lo comunicaría al Consell de Mallorca. Entonces los arqueólogos de Patrimonio lo estudiarían y emitirían un veredicto. En el caso de los aparcamientos, transladaron el puente y construyeron sobre los restos. En el caso del edificio en Cort, parece que ni siquiera los trasladaron y ya se está construyendo encima.
La particularidad con los restos de Son Espases es que a) tienen una antigüedad de 2.000 años y b) son una especie de fusión entre los estilos talaióticos y romano, restos únicos en otras palabras.
Sobre el futuro de estos restos, la arqueóloga del Consell, Helena Inglada, ya se ha pronunciado: "mantenerlo in situ y visible es la mejor de las opciones".
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